Hoy 3 de noviembre se cumplen 80 años del fallecimiento de Manuel Azaña, escritor, periodista y Presidente de la Segunda República Española.
Aquí reproducimos un fragmento del discurso pronunciado por D. Manuel Azaña Díaz el 18 de Julio de 1938, en el Ayuntamiento de Barcelona.
» Pero es obligación moral, sobre todo de los que padecen la guerra, cuando se acabe como nosotros queremos que se acabe, sacar de la lección y de la musa del escarmiento el mayor bien posible, y cuando la antorcha pase a otras manos, a otros hombres, a otras generaciones, que les hierva la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelva a enfurecerse con la intolerancia y con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y que escuchen su lección: la de esos hombres que han caído magníficamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor, y nos envían, con los destellos de su luz, tranquila y remota como la de una estrella, el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: PAZ, PIEDAD, PERDÓN «.