Se quedan 9, y 16 se van.
Se van, habiendo estado siempre.
Se van, para quedarse y no perderse.
Se van, para seguir estando del mismo lado, inevitablemente.
Se van, para seguir camino, caminando.
Y en la mochila el equipaje de más de 30 años,
el polvo de múltiples intentos,
las plantas de los pies que toman tierra, en parte encallecidas,
y en los surcos de la cara, el aprendizaje que aportan los errores y también los aciertos.
400 años de militancia acumulada se van, la de Antonio, Magdalena, Paco, Marian, Alfonso, Elena, Ramón, Cristina, Kiko, Laura, Concha, Fidel, Begoña, Rufino, Gloria, Ernesto, Pepe,… se van pero no se marchan, a pesar del “golpe helado y homicida” que ha intentado derribarlos.
De la resistencia nacen construcciones imaginativas, creadoras,
de los principios, la fortaleza que forja el porqué de la resistencia.
y frente a la calumnia, ¡los hechos!.
Los ojos bien abiertos, los velos opacos ¡fuera!
400 y 1000, y miles de años de resistencias nos contemplan.
Lamentablemente más de uno de los que ahora se van hicieron lo mismo que ahora les están haciendo a ellos al principio de la legislatura en la sección sindical de CCOO del ayuntamiento. Ahí comenzó el principio del fin con su colaboración inestimable y necesaria.
Es muy triste ver que personas de tanta vália, tanta implicación y convicción en defensa de sus ideas, comprueben que son sus propios compañeros, los que ocasionan el fin de todo ello.
Pero hay personas que por sus propios temores y frustaciones personales, hacen tanto daño a los demás.
Podemos preguntarnos cómo sería el sindicato CCOO con los representantes de antes, que tanto trabajaron. Cómo hubiera sido el partido e incluso el Gobierno si, lejos de pensar en su situación e interes personal, (presente y futuro) hubiran respetado a los demás, y se hubieran unido a ellos para trabajar juntos.
Ánimo a las buenas personas, a los buenos compañeros, y defensores de buenas ideas, entre todos GANAREMOS. Este Ganemos no es más que un error que cometimos.
Grias
La basura del gobierno que sufrimos no habría sido posible con las antiguas comisiones obreras, por eso lo primero que hicieron fue cargarse el sindicato, era un enemigo demasiado formidable para ellos.
Es bonito ver que aún hay personas como Laura que piensan que las cosas pueden cambiarse, lo que está claro es que con ganemos nos equivocamos muchos, la mayoría sin duda.