Tomando como fuente el título de la primera novela de la trilogía Millennium, del escritor sueco Stieg Larsson, el sindicato CPPM, mayoritario entre la policía municipal, denuncia de nuevo el autoritarismo, la soberbia, el nepotismo y el desprecio con los que les tratan el Alcalde y Delegado de Seguridad Ciudadana, Narciso Romero, y el Concejal de Recursos Humanos, Javier Heras. En un largo comunicado de 13 páginas narran con todo detalle los desplantes e imposiciones que han sufrido en el marco de las negociaciones de las condiciones de trabajo de su colectivo en particular y de todos los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento en general.
Recuerda el sindicato que es el más votado entre el personal funcionario del Consistorio, y que, junto con UGT, otro sindicato que también ha denunciado las prácticas de ambos representantes municipales, conforman la mayoría de la representación sindical entre todo el personal del Ayuntamiento y, por tanto, deberían tenerles en cuenta, sobre todo, en cualquier acuerdo de la Mesa General de Negociación. Según el reglamento de este órgano, cualquier resolución debe contar con el apoyo, por un lado, de la mayoría de los representantes del Ayuntamiento y, por el otro, de la mayoría de la representación sindical.
Sobre Narciso Romero, repasan de manera pormenorizada las cuatro ocasiones en que se han encontrado, «cuatro reuniones en más de seiscientos días que lleva este hombre en el poder, puedan parecer pocas, pero, si se comparan con las que han tenido un carácter verdaderamente negociador, son cuatro más que estas últimas. Para imponerlo todo a golpe de ‘decretazo’, con mandarnos una copia, habría sido suficiente«. Pero también cargan las tintas contra el portavoz de Ganemos Sanse. «En ese viaje en dirección opuesta a lo que debería ser el rumbo democrático de un Ayuntamiento no está solo; le acompaña Javier Heras, concejal de Recursos Humanos, quien, desde la Mesa General de Negociación como presidente, ha aportado a los atributos ya mencionados del alcalde, la opacidad, la mentira y la mala fe negocial«.
Del regidor indican que viéndole «de un lado para otro, en su frenética carrera para estar en todas las inauguraciones, fiestas, estrenos, presentaciones, celebraciones, exposiciones, mercadillos, conciertos, premios, degustaciones, galas, comidas, cenas y todo tipo de actos y saraos… de los que buena cuenta da en las redes sociales, a cualquiera le resultará incomprensible que no haya tenido ni un momento para atender ni una sola de las reivindicaciones» de su sindicato. «De esos 600 días que hace que cogió el bastón de mando, a modo de ‘palo de selfies’, no ha tenido ni un solo instante para negociar, no ya solo con este sindicato, sino con la mayoría social, pues nos consta que con UGT ocurre lo mismo y se comporta de la misma manera: como si no existieran«.
Repasan a continuación las cuatro ocasiones en que fueron recibidos por el Alcalde. En Agosto de 2015, tras la modificación de los horarios de los encierros, el sindicato pidió hablar con Romero para «buscar una
fórmula en la que las alteradas condiciones laborales y la prestación del servicio en Fiestas fuesen compatibles«. En dicha reunión el regidor, sin ningún ánimo negociador, les dijo “que allí mandaba él, y que las cosas se harían como él dijera. Acto seguido, nos aclaró que allí no se iba a negociar nada, que se trataba de una reunión meramente informativa«. En Diciembre del mismo año se vuelven a reunir a instancia del Alcalde para comunicarles un cambio en el organigrama, que además conllevaba modificaciones sustanciales en la asignación de efectivos al turno de noche. Unos cambios que «se habían llevado a cabo a espaldas del verdadero Jefe de la Policía, siendo realizados por ese mismo sargento al que le había atribuido temporalmente funciones de suboficial, pero que, según expresó el mismo alcalde, estaban por encima de las del propio oficial«. Cabe recordar en este punto que Narciso Romero ha sido denunciado por este nombramiento y el Juzgado de Instrucción número 1 de Alcobendas admitió a trámite dicha querella el pasado mes de Febrero.
Es en Febrero de 2016 cuando son llamados para «aparentar una negociación» sobre un cuadrante que había entrado en vigor a 1 de Enero por imposición del regidor. En Abril se reunen de nuevo y le exponen el «evidente deterioro» del servicio, que a su juicio se basaba en tres factores: «1. El incremento exponencial de actos en vía pública que se llevaban a cabo por parte de este nuevo equipo de gobierno. 2. La reducción de efectivos, tanto por jubilaciones, como por comisiones de servicio en otros municipios, sin hacer uso de la tasa de reposición. 3. Precisamente, por dar cobertura, aún de forma insuficiente, a los actos diurnos, se vaciaba el Turno de Noche de manera drástica«. Ante esta situacuión «se le propuso la negociación de una ampliación de la jornada para cubrir todas las demandas actuales, y, a medio y largo plazo, la convocatoria de nuevas plazas de policías«. En esa reunión Narciso Romero hizo «varias promesas que, por supuesto, no ha cumplido«.
Tampoco sale bien parado en el comunicado Javier Heras, de quien dicen que «a través de la presidencia de las Mesas Técnicas y de Negociación ha sido el encargado de completar este peculiar catálogo de mal gobierno y gestión de los recursos humanos del Ayuntamiento. Desde su llegada a la concejalía de Recursos Humanos se vio clara su actitud política de cara a la negociación: rechazar todas las propuestas de los sindicatos que conforman la mayoría social (UGT y CPPM-EP), y actuar como si solo existieran dos sindicatos minoritarios: sus sindicatos afines«. Se centran en la labor del concejal en la «arbitraria, injusta e ilegal implantación de la jornada de trabajo anual de este año«.
En la reunión de la Mesa General que mantuvieron en Diciembre de 2016 el sindicato denuncia que se destapan «las verdaderas intenciones del señorito Heras y sus secuaces: generar un agravio comparativo, mediante la vuelta a la jornada presencial de 35 horas para todos, menos para los colectivos especiales, y ello, a través de la burda MENTIRA de que se había acordado en la MGN del mes de septiembre una modificación del Acuerdo-Convenio«. La propuesta defendida por el Concejal y sus sindicatos afines consistía en reducir la jornada en 10 minutos a los trabajadores municipales, excepto a los denominados «colectivos especiales», entre los que se incluyen, además de la Policía Municipal, los conserjes o el personal de las escuelas infantiles municipale. En este sentido argumentan que dicha proposición podría considerarse «ilegal, empeoraría la calidad del servicio y generaría un agravio comparativo sin precedentes en este Ayuntamiento. A cambio, la mayoría social hicimos una propuesta que se ajustaba a derecho, no era arbitraria ni agraviante y no generaría ningún perjuicio al servicio. Propusimos ampliar la formación online de 20 a 30 minutos diarios de promedio, tal como ya han hecho otros municipios, pero esto fue rechazado categóricamente«.
La reunión se pospuso para poder conocer la postura de la Jefatura de Policía Local ante ambas propuestas, y se retomó el 21 del mismo mes. Sostiene CPPM que Javier Heras, en primera instancia «negó que la jefatura hubiera emitido valoración alguna sobre las propuestas planteadas» para luego «admitir, por fin, la existencia del mismo, pero que su contenido no sería revelado, por ser una mera opinión del jefe”. La insistencia de los sindicatos mayoritarios hizo que se procediera a leer el informe. «Es entonces cuando descubrimos el verdadero motivo de este montón de mentiras, ocultaciones y mala fe: en su informe la jefatura de la Policía dejaba claro que la propuesta de la parte social mayoritaria era la única que no causaba perjuicio en el funcionamiento del servicio policial«. A pesar de ello Heras impuso su propuesta de reducción de 10 minutos de jornada diaria a parte de los trabajadores, «aún a sabiendas de que no había habido acuerdo y que causaría un perjuicio en determinados servicios» .
Todo ello será, según el colectivo, puesto en conocimiento de la autoridad judicial. Termina el comunicado señalando que «estamos frente a los dos políticos con el mayor déficit democrático de la historia reciente de este Ayuntamiento, y, prueba de ello, es que no son únicamente la autoritaria, soberbia, nepótica, despreciable, opaca, mentirosa y malintencionada gestión de los recursos humanos y la negociación de las condiciones de trabajo las que se ven salpicadas por sus actitudes, sino que basta con echar un vistazo hacia otros asuntos para ver la ruptura del gobierno municipal, el no respeto al Pacto Antitransfuguismo, la manipulación de asambleas de partidos políticos con la irrupción en las mismas de brazos de madera, o la reciente querella presentada por dos funcionarios por presuntos delitos de corrupción«.
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